Tuesday, November 28, 2006

Past is like...

Maybe the past is like an anchor holding us back. Maybe, you've to let go of who you are to become who you will be.

What we've got.

I admit it's tempting to wish for the perfect boss, the perfect present, or the perfect outfit. But maybe the best any of us can do is not quit, play the hand we've been dealt, and accessorize what we've got.

There isn't one ocassion

Think about if. If you're single, after graduation, there isn't one ocassion where people celebrate you. Hallmark doesn't make a "Congratulations, you didn't marry the wrong person" card. And where's the flatware for going on vacation alone?

Thursday, November 23, 2006

You suck

No one hurt my fragile little mind right now
It's tangled up and don't you know
The pussycat in me is curling up right now
But I'll bloom from the inside out

CHORUS:

But right now there's dust on my guitar you fuck
And it's all your fault
You paralyze my mind and for that you suck oh ho oh ho

Freedom's on my list today
and I'm feeling pissed
But my timeless thoughts and ageless mind
Won't let you get away (let you get away)
And your guilty little conscience won't either

CHORUS:

But right now there's dust on my guitar you fuck
And it's all your fault
You paralyze my mind and for that you suck
Oh ho oh ho

We all take risks we all fall hard
But you you went too far
And I'm to plush for your pathetic digs
And you're the only one you'll scar

CHORUS:

But right now there's dust on my guitar you fuck
And it's all your fault
You paralyze my mind and for that you suck
And for that you suck oh ho oh hoOh ho oh hoOh ho oh h

Thursday, November 16, 2006

De las mentiras no quiero parar

Estaba escuchando un disco de la cantante Nicole, y en cierto momento dice la frase con que titulé esta entrada. Es una acción tan caprichosa expresarlo asi, pero tan verídica por su poder tautológico. Es como invertir la secuencia. Amé el concepto.

Saturday, November 11, 2006

Solitario en compañía

Se en que consiste la escritura libre. Pocas veces la llevo a cabo porque me parece cómoda y descuidada, sin embargo, ahora que tengo esos procesos extraños en la mente, la practico.
Estoy molesto conmigo. No se como enfrentar al déspota y mucho menos al insensible. Aquel que debería ser presto a ayudar y buscar las formas de jugársela, pero que prefiere la comodidad del mal pago mensual y la lejanía de los que lo quieren. De esos que a pesar de no estar presentes, deberían preguntar y no conformarse con los comentarios ajenos. ¿acaso no es mejor la primera fuente?
Este escrito, sin duda, no se condice con otras cosas aqui publicadas, pero es el sentimiento que me atraviesa hoy. Un día dedicado a mi preparación a la soledad del resto de mis días. Mi primer acercamiento con el tiempo futuro; aquel de largas tardes grises y un animal que me mira cariñoso pero dudoso de mi salud mental.
No quiero dar pena ni mucho menos ganarme posts en favor de preguntas de ¿qué te pasa? o los clichéticos "la vida es así". Simplemente quería, de alguna forma desahogarme. El simple documento word no me era suficiente. Quería que todo el mundo leyera un poquito de mi lastimoso estilo literato y sobre mi nauseabundo y borrascoso proceso de putrefacción en vida. Estoy entirely bad, en retirada. El lunes retornarán las sonrisas y las buenas respuestas: rápidas y coordinadas como en Gilmore Girls, pero el sentimiendo de Emily permanecerá bastantes más días en mi interior. El pobre niño que no debería criticar porque lo tiene todo, menos una pregunta cortés y sonriente que lo haría de verdad un niño completo: un solitario en compañía.

Friday, November 10, 2006

Pestilencia

Pestilencia
Al igual que Bachelet durante su campaña presidencial, imagino un país ideal. Uno donde podamos vivir todos juntos en tranquilidad. Una nación limpia, desarrollada y culta. Al partir mi onírico pensamiento, mis globos oculares se transforman en un mapamundi y revisan cada centímetro de ambos hemisferios. Se van al norte. Bastante al norte. Caen en la septentrional Islandia: un gélido paraíso donde la maldad parece no existir.

A pesar de sus características de pureza, democracia perfecta y niveles de desarrollo más que envidiables, mi nariz –incluso durante el sueño- siente podredumbre. Huele a pescadería chilena, pero con conflicto diplomático incluido. Es que el país con ciudad capital más septentrional del mundo decidió retomar, luego de 20 años, la caza de ballenas con fines científicos y comerciales. Ya capturaron la primera. El olor comienza a incrementarse. Dejo de alucinar. Despierto. Me avisan que el almuerzo está servido, mientras mi nariz reclama con un estornudo.

Sentado en la mesa, se inicia mi confusión. No dejé de imaginar el frío y los ruidos guturales de un islandés hablando su idioma. De pronto, llegó mi plato. Un trozo de albacora en estado casi indómito me saluda con su vapor hirviendo. La visión de esa escena más el vaso de agua con hielo que estaba a mi lado, por poco me hace pensar que mi familia era nórdica y caza ballenas.

De Islandia, poco sé. Nociones de geografía y unos ruidos que me recuerdan el tema Human Behavior de la nacional Björk. Ese es todo mi repertorio. El mismo que después de lavar la loza y volver a imaginar el país ideal, comencé a cantar con frenesí. Canté y canté hasta la hora del té. Islandia y las ballenas faenadas siguieron en mi mente hasta el día siguiente.

Siete am: Continúa la sangre de cetáceo en mi retina. A las 13 horas, mi editor me pide hacer una columna de cualquier tema. Mi elección, lógico: las futuras 30 ballenas minke asesinadas en un país boreal ante la mirada atónita de la comunidad internacional.

Algunos analistas dicen que actualmente Islandia es al medio ambiente, como Corea del Norte es al terrorismo; o sea, un enemigo en potencia. A pesar de toda la mala prensa y el confuso discurso del Ministro de Pesca islandés, Einar Kristinn Gudfinnsson, creo que tengo sentimientos encontrados sobre la caza de ballenas. Me comí a su pariente la albacora, es verdad. He ahí mi duda. Sin embargo, condeno el asesinato fácil y maquillado con el rótulo de“fines científicos” del que son víctimas.

Los más críticos de Islandia son los norteamericanos, franceses, canadienses e italianos. ¿No es acaso paradojal que sean estos países los que protestan? Ellos presentan grandes costas contaminadas, explotación sin control de los bosques nativos y desarrollo de crueles políticas –en el caso de Canadá- de matanza de focas en el Círculo Polar Ártico. O sea, la diplomacia e información actúan como caja de grillos. Sumo más confusión.

Miro unas fotos en Internet sobre cómo capturan a los cetáceos. Las googleo para “inspirarme” en mi escritura, pero me dejan sin aliento. La Sangre, tripas y pestilencia imaginaria, tan inverosímiles, dan el veredicto que dudé dictaminar contra la actividad: debe ser condenada.

Dejé la columna a medio hacer en el típico archivo Word. Cinco días pasaron. El fin de semana llegó y nuevamente comí albacora. Me costó el primer bocado. Pasé el sabor con agua fría. Anyway. Ahora estoy dándole sentido al texto. Quiero darle un buen término. Por más que imagino un final de retorno recordando la bella y divina latitud islandesa, sólo consigo pensar en Björk y su tema Human Behavior. Resumo que es la conducta humana la culpable de las decisiones animales sobre los animales. De matar ballenas inocentes por sólo aumentar cifras. Mi nariz nuevamente siente pestilencia.

Europa y los Balcanes

Europa y los Balcanes
Las Primera y la Segunda Guerra Mundial, las más grandes que conoce el globo, no dejaron un saldo favorable ni para vencedores, y mucho menos, para los vencidos. Estos últimos, fundamentalmente en suelo europeo. Ante ese escenario, la creación de una comunidad que se vale de herramientas de integración social, geográfica, económica y cultural[1]; es claro sostén de un desarrollo equilibrado que permite la contención y precaución de surgimiento de conflictos de gran envergadura.

La creación de una Unión entre los grandes países de Europa responde al deseo de mejorías y desarrollo, personal y comunitario, de todos los integrantes y aliados del grupo[2]. La integridad se lograría sólo si el orden y los procedimientos de cohesión fueran eficientes. Es por eso, que cuando en los comienzos de la novena década del siglo XX comienza el conflicto en los Balcanes, la Unión Europea reacciona confusa, con temor y expectante, para dar una solución o aportar a evitar un conflicto mayor a escasa distancia territorial del seno ideológico reformista que ella propone.

El conflicto en la zona de los Balcanes, en Europa, también conocido como Guerras Yugoslavas o Tercera Guerra de los Balcanes, ocurrió en la península del mismo nombre frente al Mar Adriático entre 1991 y 2001. La principal razón del conflicto es la disputa étnica entre los pueblos que habitaban la zona, vale decir, serbios, croatas, bosnios, albaneses. El inicio de la lid entre los pueblos tiene un trasfondo que obedece a relaciones políticas, económicas y culturales diversas, sumado a esto la creciente tensión étnica y religiosa.[3]

Varias actuales naciones independientes que conviven en la Península de los Balcanes, fértiles en desarrollo, nacieron posterior a la crisis de los años noventa en el lugar. Se puede mencionar por ejemplo a Croacia, Eslovenia, Macedonia, Albania, Montenegro y Bosnia-Herzegovina[4]. Varias de ellas, actuales candidatas a pertenecer a la –ya estudiada- Unión Europea.

Actualmente, la UE busca la ampliación a otras naciones. Está puesto el interés en países internos que salen de la pauta, como Austria por ejemplo, y el deseo de crecimiento hacia la zona que anteriormente se mencionaba en vías de cicatrización: los Balcanes Occidentales.

En el marco de ese avance, está el plan “Proceso de estabilización y asociación”[5], proyecto que reviste paz, estabilidad, libertad, seguridad y justicia, prosperidad y calidad de vida para todas las partes.

Por el mismo proyecto, actualmente dos países de la zona tienen la calidad de candidatos a ser parte de la comunidad. Croacia y Macedonia[6] poseen ese rótulo. Los otros países tienen la condición de candidatos potenciales: Albania, Bosnia y Herzegovina, Montenegro y Serbia[7].

Una de las principales preocupaciones actuales de la Unión Europea son sus vecinos. Preocupación similar a la que la ocupaba a finales de la década de los ochenta cuando el número de miembros era en varias cifras menor[8]. Esta constante alerta estuvo y está siempre de la mano de intensificación de los esfuerzos para realizar y poseer un papel político y de seguridad a nivel internacional en mayor sintonía con la situación económica europea.

Cuando estalla la guerra en los Balcanes, la comunidad de países europeos comprendió que el conflicto podría dañar su complejo y esforzado proceso de integración, debido a la cercanía geográfica del enfrentamiento [9]y a los requerimientos vinculantes que debería desplegar para poder iniciar un soporte de ayuda de obtención de la paz y acercamiento a la región afectada.

Lo que más asustó a la Unión Europea es la cercanía geográfica[10]. Posterior al término de la URSS es el primer nuevo conflicto que azotó al continente. La proximidad afecta psicológicamente ante la alerta de una nueva escalada belicosa en el mismo suelo europeo. Es quizás esta razón por la cual Europa se ocupó con especial énfasis sobre este conflicto, siendo que en ese momento alrededor del mundo había varios otros problemas con carácter de guerra.

A mi parecer, Europa fue temerosa pero firme a la vez. Coordinó planes y un buen desarrollo estratégico encaminado a apoyar el saneamiento del problema balcánico. El miedo pasó por la inestabilidad personal y la firmeza por lo realizado en pos de mejorías. Adecuó lo mejor de sus potencias para ir en ayuda de los refugiados y los desplazados.

Las propuestas de solución a la guerra nacieron desde la propia Europa no conflictuada y desde los cercanos, como Eslovenia; que se adelantó proponiendo la completa disociación de los países en estados soberanos. En ese momento, Europa no podía acercarse en demasía a ninguna solución, por estar en una zona mundial demasiado vulnerable, tanto humana como económicamente.

El compromiso de la Unión Europea en los Balcanes tuvo una estrategia de presente y futuro, bajo la idea de lograr prosperidad y estabilidad, a la vez de integrar la zona paulatinamente a la Unión Europea luego de que lograran ciertas suficiencias. Se puede resumir que el plan europeo consistió en estabilizar, democratizar, para finalmente nutrir a los países que se encontraron en guerra, para en un tiempo, a mediano o largo plazo, incorporarlos a la comunidad de países.[11]
Primero, se ocuparon de estabilizar la zona. La idea era resolver la crisis balcánica mediante la intromisión vigilada, mediante apoyo financiero, logístico y militar. Segundo, obtener paz y mantenerla en el tiempo. Tercero, la UE creó las instancias de diálogo y, al mismo tiempo, actuó como mediador-observador-moderador entre los litigantes, en este caso, representantes de diversos núcleos de insurgencia bosnia, serbia, croata, eslovena, macedonia, entre otros.

En cuarto lugar, búsqueda de prevención de futuros enfrentamientos. Esto último, mediante la unión estructurada y consensuada de alianzas entre grupos. Es así como la UE participó, tangencialmente, de “acuerdos macros” bajo los cuales nació Serbia y Montenegro.

Quinto, difundir la vida democrática –propia de Europa- en los Balcanes. El apoyo consistió en la asesoría para convocar y realizar elecciones democráticas y libres, ayuda a establecer estados de derecho modernos, eficaces y democráticos; en particular a través de la cooperación institucional y la formación de las nuevas generaciones y próximas elites, mediante iniciativas destinadas a hacer posible la coexistencia interétnica.

Y por último, en sexto lugar, el esfuerzo conjunto de los miembros de la Unión Europea de la época por lograr incentivar y acercar la zona en ruinas de la costa oriental del Adriático. Se llevó a cabo ofreciendo perspectivas de asociación y/o participación futura.[12]

Todo lo anterior, logró estabilización y desarrollo en la región, incluso por sobre de la media europea, como en el caso croata. Asimismo, se condujo hasta llegar a la presentación, en el año 2004, de la candidatura oficial de Croacia para ingresar como miembro a la UE. No obstante, no es el único. Macedonia, y otros, ya han puesto sus nombres dentro de la comunidad.[13]

No sólo Francia, Inglaterra y Alemania actuaron como garantes de la seguridad internacional, como solía ocurrir en tiempos de entreguerras (en relación a las Guerras Mundiales), sino más bien, una labor en conjunto bajo el nombre de Unión Europea. El temor por un conflicto cercano, susceptible de expandirse con rapidez a suelo europeo-occidental, pasó con trabajo y propuestas de saneamiento por sobre los intereses mercantiles y de beneficio unilateral. Trabajo colaborativo logra triunfos generales. Esa fue la política. Hoy, los nacionales de los Balcanes lo agradecen.

[1] http://ec.europa.eu/index_es.htm
[2] http://enciclopedia.us.es/index.php/Uni%F3n_Europea
[3] http://es.wikipedia.org/wiki/Guerras_Yugoslavas
[4] http://europa.eu/index_en.htm
[5] http://ec.europa.eu/enlargement/enlargement_process/
accession_process/
how_does_a_country_join_the_eu/sap/index_es.htm
[6] http://ec.europa.eu/enlargement/countries/candidate_es.htm
[7] http://ec.europa.eu/enlargement/countries/potential_es.htm
[8] www.portafolio.com.co/.../porta_sonde_online/2006-10-05/
ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR_PORTA-345214494.html

[9] Yury Thauby “La experiencia de Europa en la mantención de paz, la fuerza
de protección de las naciones unidas en Bosnia-Herzegovina”.
[10] Yury Thauby “La experiencia de Europa en la mantención de paz,
la fuerza de protección de las naciones unidas en Bosnia-Herzegovina”.
[11] http://www.diplomatie.gouv.fr/es/rubrique-imprim.php3?id_
ex_es.htm

Tuesday, November 07, 2006

Muéstrame las manos

Me gustan mis manos. No son nudosas, se notan aún jovenes y creo que a veces logran crear textos interesantes. Si bien no son de hand-model, están sanas.

Tuve temor por ellas. Caminaba por la calle y una señorita de origen rumano o croata me ofrece una lectura de algo que conozco. Es como si le pidiera que me explique es un yogurth o un pasaje a San Antonio: ilógico. Le respondí apenas musitando algo por entre mis labios partidos, y seguí caminando.

No recibí protesta ni tampoco olor a mala higiene. As usual, me confundí. ¿Acaso necesito que alguien me ayude a conocerme o es mejor que siga con mi intento de ser autoperfectible? La respuesta está en el buen feed-back. Iiostina: un rumano me entenderá.

Delirio intenso

Poco tiempo pasa para caer abruptamente en delirio. Aún estoy sorprendido por como caen en colapso extremo. Pienso si fueran ballenas atlánticas y más risa me da.
Por mi cuenta, sólo canto acerca de un delirio intenso mientras me refiero a los Culpables de Nicole.
"Eso que había entre los dos, delirio intenso... A veces dormimos sin despertar..."

Sunday, November 05, 2006

El sueño islandés

Buscando información sobre la caza de ballenas en Islandia, encontré esta columna que les reproduzco. Fue escrita por un periodista venezolando en Todo en Domingo, del diario El Nacional. Venezuela).

La vida sigue: Islandia

Nadie decide dónde nace, ni dónde se cría. La cigüeña borracha de las comiquitas nos deja caer en lugares que a veces nos gustan, pero a veces no.A Matías, por ejemplo, no le gusta el que le tocó a él. Tiene 14 años y sabe que no puede escapar, al menos no todavía. Sabe también, con plena certidumbre, que detesta los gordos que se llenan de arena en la playa, los letreros que bautizan a las busetas en el vidrio de atrás, la gente que va a ver un drama en el cine y se ríe de cualquier cosa, los trencitos en los matrimonios, que una extraña le pregunte “¿estás bravo?”, los policías con cara de malos, los taxistas que le cuentan su vida, los tipos que se atraviesan en las puertas de los vagones del Metro, las viejas que viven en Miami y se reúnen a hablar en spanglish en los cafés del este mientras piden indefectiblemente un “carpachito” o una “César de pollo” ahogada en mayonesa, el reguetón, la incapacidad colectiva para respetar un semáforo, los que aplauden mientras se ríen y los que hablan a gritos.
La relación de Matías con su entorno ya iba bastante mal cuando al gobierno de su país se le ocurrió decidir por los ciudadanos qué música debían escuchar por la radio. Matías abandonó la radio, al tiempo que iba haciéndose más solitario y silencioso. En el liceo se negaba a cantar los himnos y decía, cada vez que podía, que la bandera idolatrada le resultaba chillona y ridícula. No sentía que nadie pudiera comprenderlo. Su padre no lo escuchaba; su madre lo trataba como un bebé, según le parecía. Sólo alcanzaba algún consuelo en los escasos encuentros con su prima Sonia, de cabello violeta y piercing en la nariz. Fue ella quien leía, en un libro de un tal Eugenio Montejo, un poema que le mostró a Matías. Se llamaba Islandia. “¿Habrá algo más fatal –decía- que este deseo / de irme a Islandia a recitar sus sagas / de recorrer sus nieblas? / Es este sol de mi país / que tanto quema / el que me hace soñar con sus inviernos”.
Matías no tenía idea quién era Eugenio Montejo pero le gustó lo que decía. Le preguntó a Sonia cómo era Islandia. “No sé”, dijo ella, “pero a mí me mata una cantante que es de allá: Björk. Es burda de fumada, no sé si tú puedes con eso”. “Déjame oírla”, le pidió Matías. Sonia colocó un CD en su discman y le pasó los audífonos. Matías escuchó una voz de hada de rarísimo acento, como si masticara dados de hielo. Un arpa como de cristal seguía su voz, fina y potente, irresistible.
En las semanas siguientes, Matías buscó en Internet todo lo que pudo sobre Björk e Islandia. Sonia le quemó varios de sus discos y un amigo de ella le fotocopió traducciones de las antiguas sagas vikingas que fascinaban a Borges. Matías contaba a su prima que en la remota isla del Atlántico norte todos creían en fantasmas y comían carne de ballena, que había 200 volcanes activos, que las cosas eran muy caras pero casi no había pobreza ni delincuencia. Sus padres decían que ese muchacho estaba cada vez más loco; Sonia les sugería en vano que lo dejaran en paz. Matías se encerraba en su cuarto a ver por horas fotos del país con que soñaba porque no parecía tener nada en común con el suyo. En los audífonos oía una y otra vez un tema reciente de Björk en el que ella cantaba en islandés. Él no podía saber qué decía, pero esa lengua misteriosa lo acercaba más a los glaciares azules y las montañas de musgo.
Así termina el poema de Montejo: “Nunca iré a Islandia. Está muy lejos. / A muchos grados bajo cero. / Voy a plegar el mapa para acercarla. / Voy a cubrir sus fjordos con bosques de palmeras”. Matías se rebeló. Él no se resignaría. Una tarde consiguió un pequeño trabajo, el primero de su vida; a la mañana siguiente pidió plata prestada a su padre para abrir una cuenta de ahorros. Algún día tendría suficiente control sobre su vida para decidir, por sí mismo, adónde quería pertenecer. Algún día caminaría sobre los líquenes de Seydhisfjördur y miraría desde los acantilados las luces del norte.

Icelandic sushi

Icelandics aren't good cookers, but they know how to get the best fish.
Is it a reason of nordic proud?









































Thursday, November 02, 2006

That's all folks!



















I watch you through your monitor.
Don't forget that sightseeing is around your mind.
It's not far, neither close. It's so far as you want to.