Tuesday, December 05, 2006

Bolivia sobre Chile

Bolivia sobre Chile
No sólo en Chile las encuestas hacen furor. En Bolivia, una encuesta de la empresa Apoyo, Opinión y Mercado Bolivia, sondeó las impresiones de los bolivianos en relación a Chile.

El 68 por ciento de los consultados aprobó el atisbo de relación diplomática entre su presidente, el indígena Evo Morales y la mandataria chilena, Michelle Bachelet. No obstante, geográficamente hay diferencias respecto a la opinión boliviana. Mientras que los más favorables a relacionarse con Chile son los cochabambinos (78%), los habitantes de Santa Cruz de la Sierra bajan ese porcentaje a sólo 64%. En este ítem, los resultados son optimistas.

Pero a la hora de expresar su opinión sobre los chilenos, la desconfianza se generaliza. El 74 por ciento de los encuestados no da crédito a la actitud de los chilenos. La desconfianza se vive entre los habitantes más pobres del país altiplánico.

Sin duda, algo ha cambiado en las posiciones de los mandatarios de ambas naciones. En poco tiempo se modificó la actitud déspota y belicosa de los discursos de los jefes de estado de Chile y Bolivia, que se repetía desde el fin de la Guerra del Pacífico. De opinar diferente, la etiqueta no les habría sido otra que de traidores e incitadores al deshonor patrio.

Es favorable que existan las condiciones para dialogar, a pesar de la mala consideración de ambos pueblos por el otro. Si Bachelet y Morales inician el asentamiento y los planes para demostrar que se puede confiar en los vecinos como aliados –y no enemigos-, avanza la complementariedad económica, social y cultural.

Durante casi todo acercamiento con bolivianos, argentinos y peruanos, Chile ha menudo ha perdido, o en el mejor de los casos, quedó con el “mal menor”: Laguna del Desierto, Crisis de venta de gas boliviano, el lio inventado por el pisco peruano, o el título de ladrones de patrimonio boliviano y peruano, son el resultado. ¿Pasará similar en el futuro? Chilenos y bolivianos podemos cambiar juntos el porvenir de ambos pueblos, siempre que los gobernantes se apliquen y, más que una foto graciosa, pongan sus firmas en proyectos de cordialidad.
Por lo tanto, no debe sorprender ni mucho menos alarmar la mala consideración sobre los chilenos. Más de un siglo de tensión no se sanan con tres reuniones. Bachelet y Morales deben comprender a sus pueblos, y enseñarlos a mirar al otro con una sonrisa y aprobación.

Por otro lado, los dos países no se desarrollarán en conjunto si continúa el mal espíritu y el resquemor, pues obnubilarán el mirador al futuro de ambas naciones.

La opinión pública boliviana ve con ojos diferentes este tema, a pesar de los buenos aires entre las dos naciones. El futuro se ve menos turbio y más prometedor. El punto clave es que la ciudadanía de ambos países relacione efectivamente el pacifismo con la confianza. A pesar de todo, bolivianos y chilenos deben mostrar cautela. El olor a gas sigue presente, y si se prende la llama; se conoce el resultado.

1 comment:

Anonymous said...

*Kisses from USA to you!*

callie
www.calliesrealm.blogspot.com