Si bien aún no despejan la incógnita sobre cuál de los dos concurrirá como candidato a los comicios del 28 de octubre, parece ser que la primera dama argentina Cristina Fernández está sacándole varios cuerpos de ventaja a su esposo, el Mandatario Néstor Kirchner, en el camino hacia la candidatura presidencial del oficialismo argentino.
Y es que según informó ayer el diario “Clarín”, un equipo de diez personas, designadas por el propio Jefe de Estado, está trabajando en el armado de un proyecto de campaña electoral para la “Señora K”, justo en momentos en que sectores del kirchnerismo han empezado a enarbolar públicamente las banderas de su postulación.
De acuerdo con el periódico argentino, que citó fuentes cercanas al oficialismo, “La Mesa de Trabajo de Cristina”, como la llaman los pocos que están al tanto en el Gobierno del funcionamiento de ese equipo, es conducida por el influyente secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini, hombre de estrecha confianza del Presidente.
Otra personalidad que integra este grupo es el diputado Carlos Kunkel, el primero en anunciar la candidatura a senadora de Cristina en el 2005 y que ahora se ha convertido en el más activo promotor de su candidatura presidencial.
Según “Clarín”, “La Mesa” viene diseñando desde fines del año pasado el esquema institucional sobre el que se basaría la campaña y un eventual Gobierno encabezado por la primera dama argentina. La “prueba piloto” del proyecto habría tenido lugar en el extranjero: el viaje que Cristina Fernández efectuó a principios de mes a Francia, en el que su cónyuge puso a su disposición el equipo de difusión de la Presidencia.
En los últimos meses, la idea de que la “Señora K” acaudille las fuerzas oficialistas en las presidenciales de octubre ha sido alimentado con fuerza desde el Gobierno.
Y es que diversos integrantes del actual gabinete ministerial han prodigado numerosos elogios sobre las aptitudes de la primera dama para conducir el país. Incluso, en un multitudinario acto peronista realizado el sábado en un estadio de las afueras de Buenos Aires, altos funcionarios, legisladores y militantes alentaron la candidatura de la senadora.
Una apuesta que ha sido bendecida por el propio Kirchner, quien ha insistido con la frase “pingüino o pingüina”, en alusión a que tanto él como su esposa pueden ser candidatos presidenciales.
El gobernante, llamado “pingüino” por ser oriundo del sur de Argentina, no descarta totalmente presentarse a la reelección, en caso de que las encuestas no le otorguen un triunfo asegurado a su esposa, según reconocen fuentes oficiales trasandinas.