REPORTE REALIZADO POR MI COLEGA, CLAUDIA CACERES.
La entrega de la llamada píldora del día después (Levonogestrol) parecía un tema ya zanjado, luego de que a fines de 2005 la Corte Suprema , por unanimidad, decidiera autorizar la comercialización del fármaco. Sin embargo, la puesta en marcha del programa de Gobierno que incluye la entrega de la píldora a mayores de 14 años ha reavivado una polémica que parecía ya dormida.
En el último tiempo se han escuchado diversas opiniones, los encontrones políticos se siguen produciendo y la Iglesia Católica ha hecho ver su molestia. Los principales argumentos para oponerse a la entrega del fármaco dicen relación con tres puntos principales: el debilitamiento de la familia al no necesitarse del consentimiento de los padres para adquirir el medicamento; la posibilidad de que aumenten las enfermedades de transmisión sexual y el argumento archiconocido de que la píldora puede ser abortiva, a pesar de que ya la Organización Mundial de la Salud (OMS) descartó esta posibilidad.
Debido a los cuestionamientos, el alcalde de La Florida, Pablo Zalaquett, interpuso un recurso de protección para impedir la entrega del fármaco a las niñas mayores de 14 años, el que fue aceptado por la Quinta Sala de Apelaciones de Santiago. Sin embargo, el jueves pasado, la misma sala decidió, en fallo unánime, deponer la orden de no innovar en contra de la entrega del fármaco, echando por tierra el pronunciamiento anterior.
Las críticas de los detractores continúan, y en la Universidad de Santiago, también algunos expertos, alumnos y profesores entregan sus opiniones al respecto.
Luis Martínez
Especialista en Salud Pública y magíster en Afectividad y Sexualidad, el doctor Luis Martínez señala que el tema de la píldora del día después se enfoca como un problema de salud pública, ya que a pesar de la efectividad de las políticas en el control de la natalidad, no hay una reducción importante de las tasas de fecundidad en las mujeres menores de 19 años, lo que es preocupante, ya que cuando se las entrevista, realmente son embarazos no deseados. Agrega que el aumento es muy superior en los grupos sociales más disminuidos y que, frente a situaciones extremas, como violaciones o fallas en los métodos anticonceptivos o simplemente por ignorancia, se debe facilitar el acceso a la anticon-cepción de emergencia (píldora del día después).
Otro de los factores que hacen del tema un problema de salud pública, es el evitar riesgos mayores, como abortos en situaciones inseguras, embarazos riesgosos por la corta edad, etc.
Frente a la polémica de si se debe o no entregar el fármaco con el consentimiento de los padres, el doctor Martínez señala que las trabas hay que eliminarlas, es decir, que sea requisito la autorización paterna sería perjudicial para la efectividad de la entrega. En muchos casos, los padres están ausentes de la vida de los hijos y, además, el plazo en que la píldora tiene mayor eficacia es dentro de las primeras 48 horas.
Sin embargo, en lo que el académico es enfático, es en el hecho de que la entrega de la píldora del día después no impide que se efectúe una política de educación sexual, lo que es el real problema de que se deba llegar a casos extremos como la anticoncepción de emergencia. Se debe hacer de la educación afectiva y sexual una real política pública, multidisciplinaria, con los recursos necesarios, personal capacitado y con las correspondientes mediciones de impacto y, lo más importante, entregada desde la más temprana infancia y en el transcurso de toda la educación.
Ernesto Gramsch
Físico destacado y miembro de la Pastoral de la Universidad de Santiago, es radical al señalar que el Ministerio de Salud se está entrometiendo en la familia, por el hecho de que los padres están a cargo de la educación de los hijos y no el Gobierno. Por otro lado, Gramsch piensa que la entrega de la píldora del día después fomenta el libertinaje. "Es como decirles hagan lo que quieran, no va a haber ningún problema más adelante".
El profesor Gramsch sostiene, además, que el Gobierno no debe dar directrices morales sobre cómo se debe comportar la gente, esa es una tarea que no le corresponde. Finalmente, cree con firmeza que la píldora del día después sí es abortiva y su entrega vulnera el derecho a la vida.
Cindy González
Cindy, estudiante de Periodismo de 22 años, no está de acuerdo con la entrega de la píldora a las adolescentes, "siento que con esta medida se les está diciendo a estas niñas que tengan relaciones sexuales a cualquier edad y sin protección, porque al menos no quedarán embarazadas". Piensa que la medida no soluciona el problema del embarazo adolescente en Chile, la considera sólo como un parche. "La píldora sólo soluciona el problema del embarazo no deseado y, así, incentiva a tener relaciones sexuales desprotegidas con el argumento de que mañana en el consultorio pido una píldora".
Susana Vera
Egresada de la Universidad de Santiago y ex dirigente de la Feusach, cree que por un tema de democratización es correcta la entrega de la píldora. "Estoy de acuerdo en el sentido de que toda la población debe tener acceso a los mismos medicamentos, sin hacer una distinción socioeco-nómica, también en el caso de la píldora del día después, siempre y cuando no sea abortiva". Aunque señala que sería más importante fortalecer y priorizar un plan de educación sexual consensuado con los diferentes sectores políticos y sociales.
Thursday, October 05, 2006
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